La densidad del tránsito y las aglomeraciones viales están disminuyendo en muchas ciudades del mundo durante la crisis de coronavirus (COVID-19). Muchos usuarios del transporte trabajan desde su casa, mientras que otros usuarios no forman parte de las actividades esenciales y se encuentran inactivos. Es probable que los que aún tienen la necesidad de salir y utilizar el transporte experimenten unas mejoras en los tiempos de viaje. ¿Por qué?
Las calles con semáforos o corredores urbanos señalizados a menudo tienen grandes “olas verdes” durante las horas pico, destinadas a servir en condiciones congestionadas. Pero durante la temporada de COVID-19, cuando la mayoría de los usuarios se quedan en casa, hay poca congestión. Se informa que estos corredores están abiertos de par en par.
imposible encontrar calles vacías en ciudades como Nueva York, Seattle o la Ciudad de México, Pero esas calles vacías también están ocasionando que los automovilistas aumenten su velocidad. Esto es similar a lo que experimentamos durante las temporadas vacacionales cuando algunos afortunados pueden tomarse un descanso del tránsito pesado. Excepto que estas tendencias pueden durar unos meses hasta que volvamos a la normalidad, lo que aumenta los riesgos de seguridad para los automovilistas, peatones y ciclistas.
Límites de velocidad: clave para la seguridad
Según la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud, los aumentos de velocidad se han relacionado con una mayor probabilidad de accidentes. Para ilustrar esto, PTV Group realizó un estudio en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, utilizando el software PTV Vissim.
En el estudio, modelamos cómo los diversos límites de velocidad y su aplicación por parte de las autoridades que afectan la seguridad. Este estudio se correlacionó con accidentes y fallas en una variedad de configuraciones de mitigación. Además, el simulador de conducción PTV permitió un análisis de peligros en las intersecciones. Estos lugares tenían diferentes velocidades con una mezcla de afluencias peatonales.
Los resultados del estudio mostraron que la reducción de los límites de velocidad es más efectiva para disminuir el número de incidentes de choque en la parte trasera y en el cambio de carril. La aplicación del límite de velocidad resultó ser la mitigación de choques más efectiva para los vehículos que cruzan las avenidas principales en las intersecciones. La combinación de ambas medidas proporciona una disminución general de los accidentes en esta área de estudio.
Debemos ir más despacio
Sabemos que los peatones y ciclistas a menudo dependen de condiciones del tráfico para literalmente sobrevivir. Los accidentes que involucran a usuarios vulnerables y vehículos que viajan a velocidades más altas pueden tener consecuencias devastadoras. Muchos estudios de seguridad muestran que las muertes de usuarios vulnerables aumentan dramáticamente con sólo pequeños aumentos en la velocidad: a 20 millas por hora, se espera que 9 de cada 10 peatones involucrados en un accidente sobrevivan. Hay una razón por la cual las velocidades de la zona escolares son como son. A un límite de velocidad de 25 mph, exceder el límite hasta 5 mph disminuye las probabilidades de supervivencia a 5 de 10.
Otro problema es que muchas áreas afectadas por COVID-19 están experimentando una reducción general en los volúmenes de peatones y bicicletas. Primero podría pensar, “¿Cómo es esto un problema? menos usuarios podrían ser golpeados “. Pero recuerde que el objetivo de Vision Zero es eliminar todas las muertes por accidentes de tránsito, no solo reducirlas.
Los estudios vinculan las reducciones en los volúmenes de usuarios vulnerables con el concepto de seguridad en números. Este concepto simplemente establece que cuantos más peatones y ciclistas sean visibles, más automovilistas se darán cuenta de su presencia. Por ejemplo, recuerde que, al doblar una esquina, no se puede ver al peatón o ciclista cruzando la calle si no hasta dar la vuelta por completo. Pero imagine que se trata de un grupo de 10 usuarios vulnerables que se cruzan, obviamente los habría notado antes.
Reducción de accidentes durante la crisis de COVID-19
Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir el riesgo de accidentes de tránsito durante la crisis COVID-19? La combinación de una mayor velocidad de un vehículo y una disminución en el volumen de usuarios vulnerables es un problema inmediato que requiere una investigación y mitigación rápida.
Tomando las lecciones aprendidas del Estudio de PTV en Bolivia, la disminución de la velocidad tendría beneficios para los automovilistas, peatones y ciclistas. Utilizando el software PTV Vistro, los ingenieros y planificadores de operaciones de tráfico pueden desarrollar rápidamente estrategias de mitigación, como la temporización y coordinación de las señales de tráfico para reducir el potencial de exceso de velocidad. PTV Vissim se puede utilizar para simular y visualizar los impactos de estas mitigaciones antes del despliegue.
La colocación de radares de velocidad temporales también puede contribuir a reducir los riesgos. En este caso, PTV Vissim puede simular tácticas de imposición para reacciones de automovilistas a radares de velocidad.
Para circunstancias impredecibles como esta crisis de COVID-19, tener un sistema de movilidad urbano actualizado se vuelve más importante que nunca. Con un sistema de movilidad urbano bien planificado, las agencias pueden probar soluciones en PTV Vistro y luego simular sin problemas en PTV Vissim. A través de coloridos mapas y animaciones en 3D, los ingenieros pueden compartir con el público y diferentes usuarios cómo funcionan las nuevas medidas de tráfico y sus resultados anticipados.
Conoce más de cómo los profesionales pueden usar el Sistema de Movilidad UrbanO para abordar los cambios en los patrones de tráfico debido a la crisis de COVID-19. Explicado en este artículo.