Mientras los políticos y el público debaten sobre la protección del clima, la transformación de la movilidad ya está rodando sobre dos ruedas: En 2020, las ventas de bicicletas en Europa aumentaron un 47% respecto al año anterior. Sin embargo, aunque mucha gente quiere usar más en bicicleta, se ve frenada por la falta de infraestructuras de transporte adecuadas en muchos lugares. Para que los ciclistas no sólo puedan pedalear más, sino también hacerlo en nuevas zonas, los expertos reclaman autopistas ciclistas de alta velocidad. Esas “autopistas de la bicicleta” amplían el radio de movimiento, aumentan la seguridad y, por tanto, allanan el camino a un número cada vez mayor de ciclistas.
“Se necesita más espacio, más dinero y más derechos”, reclaman los activistas del clima y la bicicleta que apoyan la transformación de la movilidad. La seguridad de los ciclistas desempeña un papel crucial, por lo que no basta con pintar las calles y declararlas como carriles bici. Cada vez son más fuertes las peticiones de carriles bici en los que los niños puedan circular con seguridad y que no estén bloqueados por infracciones de aparcamiento. Se pide a las ciudades y municipios que creen infraestructuras adecuadas.
Bicicleta para proteger el clima
Las regiones metropolitanas de todo el mundo se enfrentan al mismo problema: más gente significa más tráfico. Esto provoca más atascos, más accidentes, una peor calidad del aire y una disminución de la calidad de vida. La búsqueda de mejores soluciones impulsa a los expertos de todo el mundo. Un mayor uso de la bicicleta puede contribuir a resolver esos problemas de tráfico:
- Es el más eficiente de todos los medios de transporte, ya que sólo ocupa una décima parte del espacio de un automóvil para aparcar y sólo una quinta parte para desplazarse.
- Cuesta mucho menos que el transporte público y es asequible para todos.
- No hace ruido, conserva los recursos y el clima.
- Promueve la calidad de vida, la interacción social entre las personas y la salud.
Los políticos pueden contribuir a que la bicicleta sea el medio de transporte favorito. Pueden hacerlo simplificando las leyes y los reglamentos, permitiendo a los municipios construir fácilmente infraestructuras adecuadas. Se crearán comunidades favorables a la bicicleta mediante políticas decididas y la redistribución del espacio vial.
En Alemania, por ejemplo, un elemento importante es el Plan Nacional de Ciclismo 3.0 (NRVP). Este plan del Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital contó con el apoyo de expertos de PTV y Fraunhofer ISI y fue coordinado por ifok GmbH. Tanto los expertos como los ciudadanos participaron en el desarrollo del plan y sugirieron nuevos enfoques para la promoción de la bicicleta en Alemania. Las ideas se incorporaron al plan, cuyo objetivo es convertir a Alemania en una “nación ciclista” a más tardar en 2030.
En Alemania, los estados federados se encargan de construir redes interregionales de carriles bici y de ayudar a los municipios a conseguir fondos federales para promover el uso de la bicicleta. Sin embargo, la transformación de la movilidad se lleva a cabo en los municipios: son ellos los que trabajan y hacen realidad los conceptos de reducción del uso del automóvil, construyen carriles bici y ciclovías, crean millones de aparcamientos para bicicletas, identifican y desactivan los cruces peligrosos. Todo ello, por supuesto, sin dejar de reforzar el transporte público y el tráfico peatonal, ya que impulsar los tres es la clave del éxito.
Ciclovías
Los carriles bici son, sin duda, estupendos para aumentar el radio de acción de los ciclistas. También hacen que las rutas más largas sean más atractivas para los ciclistas y permiten que las bicicletas eléctricas alcancen su máximo nivel de velocidad.
La construcción de carriles bici requiere una planificación y construcción holística. Deben tenerse en cuenta todos los aspectos de la infraestructura ciclista, como una buena iluminación y una clara señalización del pavimento.
El planificador de la bicicleta
¿Dónde empieza la gente su viaje en bicicleta? ¿Hacia dónde se dirigen? El Planificador de la Bicicleta es una forma muy sencilla de que las ciudades y los municipios sepan dónde ubicar los principales corredores para una posible infraestructura ciclista. Está basado en datos, es metodológicamente sólido y comprensible para un amplio público.
Para ello, la herramienta en línea proporciona información sobre la población residencial, los puestos de trabajo, el número de estudiantes y alumnos y el volumen de desplazamientos. Esta base de información puede enriquecerse con los datos propios del usuario. Por ejemplo, las ciudades y los municipios pueden añadir cifras sobre zonas medioambientales, nuevas áreas de desarrollo o crecimiento de la población.
Del análisis potencial a la modelización basada en la demanda
Para un primer análisis potencial de la infraestructura ciclista, son importantes los siguientes aspectos: ¿Dónde vive la gente? ¿Dónde se encuentran los puestos de trabajo, dónde están las escuelas y los centros comerciales?
Las herramientas de visualización y análisis de datos, como el Planificador de la Bicicleta, proporcionan información sobre el potencial de los corredores con unos pocos clics y muestran cuántas rutas pueden pasarse a la bicicleta, si se amplía la infraestructura.
De este modo, las ciudades y los municipios pueden obtener una visión general de sus infraestructuras planificadas y saber si aumentarán el uso de la bicicleta. Posteriormente, pueden analizar dónde debe ubicarse un nuevo carril bici.
Lo mismo ocurre con los aspectos medioambientales de la planificación de infraestructuras para bicicletas. Lo ideal es que no se pavimenten nuevas zonas. Las vías férreas en desuso, por ejemplo, pueden transformarse en nuevos carriles bici.
Una vez realizada la planificación a grandes rasgos, es el momento de pasar a los detalles. No sólo se considera la ruta principal, sino también el potencial a lo largo de este corredor. Aquí, un modelo de transporte que se alimenta con los datos estructurales pertinentes y que puede utilizarse para modelar la demanda exacta vale su peso en oro. Esto permite a las ciudades y municipios ver, por ejemplo, qué efectos tendrá un carril bici de alta velocidad entre dos centros también en los suburbios o destinos a lo largo de la ruta.
Durante décadas, hemos centrado nuestra atención en el automóvil. Ahora es importante que otros modos estén más presentes y que se tome en serio la bicicleta.