Las alteraciones en el transporte público pueden afectar considerablemente a los pasajeros y a las ciudades. Las obras, los cierres de avenidas y los accidentes son sólo algunas de las razones que provocan retrasos y alteraciones en el transporte público.

Más recientemente, la crisis del COVID-19 tuvo un gran impacto en el transporte, provocando cambios en los comportamientos de viaje. Las prácticas de trabajo desde casa y el miedo de usuarios a no poder mantener la distancia social hicieron que menos personas utilizaran el transporte público.

La mayoría de los pasajeros pueden tolerar las alteraciones en el transporte público a corto plazo: Simplemente cambian su comportamiento de viaje. Cuando la infraestructura o los servicios vuelven a la normalidad, los usuarios tienden a volver a sus pautas de desplazamiento originales.

Pero si las alteraciones son demasiado frecuentes y los operadores no las gestionan adecuadamente, la confianza en el transporte público puede disminuir de forma permanente. Por eso es necesario ofrecer un servicio de transporte público flexible que pueda adaptarse fácilmente a los cambios.

Escenarios en constante cambio

Una encuesta realizada en Italia por la consultora PwC reveló que más del 70% de los pasajeros consideran que el transporte público es menos seguro, en comparación con la época anterior a la crisis. No es de extrañar que los operadores de transporte público italianos informen de un descenso del 50% en el número de pasajeros que transportan.

La preocupación de muchas ciudades es que esto provoque un desplazamiento hacia otras formas de movilidad, concretamente el automóvil privado. Tras un periodo de paradas, en el que las emisiones disminuyeron significativamente, esto podría conducir a un empeorar el tráfico y la contaminación.

Ante este reto, la ciudad italiana de Módena puso en marcha un proyecto de reorganización del transporte público. En concreto, la agencia de transporte público de la región, aMo, quería estar bien preparada para la reapertura de los colegios en septiembre de 2020.

Por ello, la agencia optó por confiar en el software PTV Visum para la planificación del tráfico. El proyecto consistía en evaluar la carga de trabajo de cada línea de transporte público y compararla con la reducción de la capacidad. De este modo, aMo pudo adaptar en consecuencia su servicio, haciéndolo eficiente, pero respetando la normativa de distanciamiento social.

«Sabiendo que la demanda actual no es suficiente, y que los escenarios cambian a menudo, es esencial planificar los servicios de forma eficiente y poder estimar la demanda prevista», afirma Francesco Oliviero, responsable de marketing y ventas de PTV Group que apoyó el proyecto, «Para ello se necesitan herramientas de simulación que permitan conocer la evolución de la demanda».

Recuperar la confianza en el transporte público

Para hacer frente a alteraciones del transporte público de todo tipo, las ciudades necesitan un proceso de planificación cuidadoso y flexible. Además, cada vez son más populares los modos de transporte más sostenibles: La micromovilidad y los sistemas de uso compartido.

Esto significa que estas soluciones tendrán que coordinarse con los modos tradicionales de transporte público. Las ciudades tendrán que utilizar herramientas que tengan en cuenta la multimodalidad.

Las herramientas de simulación y modelización, como las que ofrece PTV, pueden ayudar a las ciudades a planificar eficazmente los servicios de transporte público en función de las necesidades de los pasajeros. Así se recuperará y mantendrá la confianza de los usuarios en el transporte público.

Solucionar las alteraciones en el servicio

Los operadores de transporte público confían en PTV Visum para gestionar todo tipo de alteraciones en el servicio

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